claaaaro
escuchar a Elizabeth Vernaci, me esta corrompiendo.
Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta. Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, un metro cuarenta y ocho de estatura con pies descalzos. Era Lola con pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos era siempre Lolita.
1 Comments:
Bueeenaaa volviste.
Hacía tiempo ya que no entraba pensando que habías abandonado este espacio luego de tu cambio de hogar.
Evidentemente te ha sentado bien el descanso, el comentario sobre bancarse a si mismo nunca me lo habia planteado, pero creo que yo si me banco a mi mismo.. tendría que probar de quedarme sin radio y sin compu... la tele la dejé hace rato. mm.. creo que me volvería loco.
bue.. saludos!
Lisandro
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