domingo, abril 29, 2007

Ser en mi misma, la mismisidad de mi.

Aclaración: esto surge en un recreo de mi lectura y estudio de filosofía antigua, nada está librado al azar, ¿o si?.
En el siglo de Pericles las personas tenían un tiempo destinado al osio, ¿ ahora?, si, también. Pero bueno, yo en vez de sentarme a contemplar algo, me siento a escribir. Me encantaría estar sentada en frente del mar, contemplando la salida del sol; pero vivo en Buenos Aires, apenas puedo distinguir una nube de verdad, de una nube de smog.
El viernes pasado, cuando una profesora dijo "¡es difícil soportarse a uno mismo!, estamos acostumbrados a estar rodeados de estímulos externos". Me puse a pensar en lo que decía, y yo me dije: "yo me re soporto sola, es ella la que no puede con su cabeza". Cuando hice una análisis un poco menos "a la defensiva", me puse a recordar mis días de "soledad", y noté que no puedo estar sin ningún estímulo adicional (cualquiera que fuera), para ese entonces yo estaba rogando que ninguna de las tormentas me corte la electricidad, llegó a semejanza ese día, que me quedé sin uno de mis grandes compañeros.... Una amiga se tropezó y cayó al piso abrazada a el televisor, ergo, no anda.
Cuando llegó ese día y me encontré con lo que menos tenía ganas de encontrarme; pensé "NNNNNNNNOOOOOOOOOOOOO!, la puta madre, me voy a tener que escuchar todo el tiempo!", además de tener que bancarme la cabeza había un plus magnifico; de esos que te vienen como anillo al dedo, ¡era como si te asaltaran a la salida de la facultad, después de que te enteraste que tenés que recursar una materia!, ¿pueden visualizar a lo que quiero llegar?. En dos semanas rindo 5 parciales y tengo mi visita mensual. ¿alguien me puede explicar cómo es que no terminé en un hospicio?. O sea, si se porque no fue; nadie me encontró en el climax de mi angustia; sino en este momento estaría disfrutando de los psicofarmacos, sambuyida en un pijama blanco (igualito al que estoy vistiendo en este momento).
Retomando el tema de la contemplación, algo que me parecía tan detestable en ese momento, dije...¡ Bueno Nicole!, ¿qué mierda es lo que te pasa?. Empecé a ver, a escucharme y demás. Yo desde un principio sabia lo que me estaba pasando, pero a veces la verdad es muy dura; la dura refelxión de mis quilombos llegó a su fin. Necesitaba hacer algo para liberar tanta tensión y es así como me puse a escribir.
Bueno acá esta mi nuevo regreso a mi adorado blog.
Besos!